Desde el Monasterio de Sant Pere de Galligants se accede en el valle de San Daniel, una extensa zona verde al este de la ciudad de Girona con parajes sombríos y fuentes de agua. Adentraos entre sus senderos para descubrir rincones naturales únicos y llegar a Sant Miquel (388m) uno de las cumbres más elevadas del Valle de San Daniel para contemplar unas vistas espectaculares. Además, el valle es abundante en fuentes, de las cuales brotan aguas poco mineralizadas y con caudales que dependen de la pluviosidad estacional. Hay que destacar la fuente de Pericot, que es la más antigua del valle, también la fuente de Fita, la del Obispo, la de los Leones y la del Hierro que, a diferencia de las otras, el agua que brota es picante.
Aquí se encuentra también el Monasterio de San Daniel donde actualmente todavía vive una comunidad de monjas benedictinas siendo así de los pocos que ha persistido desde época medieval. La iglesia, que guarda el sepulcro de san Daniel (s. XIV), obra del maestro Aloi, y el claustro del monasterio (s. XII-XV) son un bello ejemplo de construcción románica con añadidos góticos.