Aiguaviva, situado al extremo oeste de la comarca, ocupa una superficie de 14 km² y tiene casi 800 habitantes. Su nombre significa “agua que se mueve, que corre”. Se trata de un municipio muy bien comunicado gracias a su ubicación próxima a las principales carreteras y servicios de transporte.
Es un territorio muy llano regado por el río Güell y con pequeños cerros. Todo el pueblo está tapizado de campos con cultivos, rodeados de bosques de alcornoques y pinos. Sus habitantes, tradicionalmente, se han dedicado a la agricultura y a la ganadería vacuna.
Destaca la iglesia de San Juan, elevada sobre el núcleo del pueblo. En las afueras encontramos la antigua iglesia de los Vilademany, la Casa de los Templarios y el Volcán de la Crosa.
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